Empiece a escribir aquí...
"Soy Nuria, vivo en Cáceres y siempre soñé con tener un refugio en la sierra. Un lugar donde desconectar del trabajo, del móvil, del ruido... y volver a lo simple. Pasé meses mirando opciones, pero todo me sonaba artificial, caro o demasiado complicado. Hasta que encontré Cabinly."
Desde el primer momento, sentí que hablaba con personas de verdad, no con una empresa fría. Me escucharon, me preguntaron qué imaginaba, cómo era el terreno, qué quería sentir al abrir la puerta de mi cabaña.
Y no tardaron en mostrarme su precioso modelo, parecía hecho a medida.
El proceso fue claro, rápido y humano. Me ayudaron con absolutamente todo, me explicaron todo lo técnico (sin palabras raras), y el día que la tuve fue pura magia. Llegaron temprano, profesionales, amables... y en unas horas mi sueño estaba allí, de pie, oliendo a madera nueva y rodeado de robles.
Ahora, cada vez que subo a mi cabaña, siento paz. Me tumbo en la cama y escucho el viento entre las ramas.
Pero lo más importante: siento que por fin tengo un lugar mío.
Un lugar que no tiene prisas, ni redes sociales, ni relojes. Solo tiene alma.
Gracias, Cabinly. De verdad.